domingo, 17 de diciembre de 2017

[Oneshot] ‘Lamento en el Palacio Changmen’ de Qiao Xi

Título: 长门怨 / Changmen Yuan / Lament at Changmen Palace
También conocido como: Lament at Long Gate Palace
Autor: 乔夕 Qiao Xi
Extensión: Oneshot (Capítulo único)
Género: Drama, Histórico, Romance, Tragedia
Tags: China antigua, Protagonista mujer

Sinopsis: Mucho tiempo después, comencé a entender el valor de un palacio de oro.
Si Wei Zifu te hubiese amado, entonces su historia solo podría terminar como la mía.
Las personas con frecuencia dicen que los límites del amor residen en la propia habilidad para soportar... para soportar el hecho de que el hombre que amamos tendrá tres esposas y cuatro concubinas.
Wei Zifu logró soportar. Por lo tanto, te acompañó durante treinta y ocho años.
Ella pudo acompañarte así porque no te amó.
Todo el tiempo, lo que ella quiso nunca fue amor.
Si desde el principio todo lo que hubiera querido yo fuese el precioso trono que pertenecía a una Emperatriz, entonces quizás no te habría perdido tan rápidamente como lo hice.

— Nota del traductor en inglés —
Aquí se narra la verdadera historia entre el Emperador Han Wudi (Liu Chen) y su primera esposa, la destronada Emperatriz Chen Jiao. Su historia ha sido encapsulada en un famoso pensamiento chino llamado “金屋藏娇” (jīn wū cáng jiāo), el cual significa literalmente ‘poner (Chen) Jiao en una casa de oro’. Este dicho se originó cuando, en su infancia, el Emperador Han Wudi declaró que si podía desposar a su hermosa prima mayor, Chen Jiao, él la atesoraría con todo su corazón al extremo de construirle un palacio de oro en el cual vivir. Más tarde, aunque Han Wudi se casó con Chen Jiao, ella lentamente perdió su favor, después de recibir la acusación de ser aficionada a la brujería

Aunque Chen Jiao con frecuencia es retratada como una Emperatriz celosa, aquí se trata de ver lo ocurrido desde su perspectiva.

* * *

【Uno】
La brisa era tranquilizadora; el sol colgaba en lo alto del cielo.

Dentro de las majestuosas paredes del palacio imperial de Han, algunas esquinas eran frías y desolada mientras que otras bullían de actividad.

Quizás, nunca experimentarás tal soledad. Porque eres el Cielo admirado por todas las personas comunes, el hombre más deseado en el corazón de todas las mujeres del palacio imperial.

Estuve parada en la terraza del Palacio Changmen, mi mirada veía a lo lejos mientras mis ojos seguían tu figura.

En este momento, el cariño dentro de tus ojos no podía ocultarse mientras mirabas fijamente a Wei Zifu. No estaba triste, tampoco enojado o celosa. Solo, una frialdad había hundido sus garras en mi corazón, mezclándose con mi creciente desesperanza.

Lentamente, comencé a creer las palabras que mi madre e había dicho alguna vez: mientras más amas, más vas a perder.

Y yo... ya te he perdido.

【Dos】
El Palacio Changmen era el palacio de oro que construiste para mí. Siempre pensé que era un castillo que representaba nuestra historia de amor, un cuento de hadas en el que teníamos por delante toda una vida de felicidad.

En ese entonces, aún eras un hombre joven. Muy joven. Fue en el banquete de mi padre en el Palacio Guantao donde nos conocimos por primera vez. Tu madre sostenía tus manos mientras observaba toda la habitación, tus ojos se estaban iluminados con una curiosidad infantil.

Al poco tiempo, tu mirada aterrizó en mi rostro. Un par de claros y brillantes ojos se encontraron con los tuyos, similares a los lagos de los jardines imperiales.

Mi madre, la Princesa Mayor de Guantao, era una mujer con una gran ambición. Ella me veía como una herramienta en su intento de conseguir más poder e influencia.

Ella me dijo que mi cara era suficiente para dominar los corazones de todos los hombres.

Excepto que, en una mañana, mi cara fue inútil en conquistar a la mujer llamada Li Ji. Li Ji era la madre del príncipe heredero, Liu Rong. Cuando mi madre propuso que Liu Rong y yo nos desposáramos, fui rechazada debido a la larga enemistad entre mi madre y Li Ji.

Si no me hubieran rechazado en tal forma, mi madre nunca se habría sentido tan enojada y humillada. Tampoco habría unido sus fuerzas con Wang Zhi, tu madre. Y así, nosotros nunca nos habríamos conocido.

Muchos años después mientras estaba parada en el fío Palacio Changmen y miré en dirección al Palacio Changle, aún recuerdo ese año, una vez me prometiste construirme un palacio de oro y que me atesorarías con todo tu corazón si me entregaba a ti.

Debes de haber olvidado tus palabras.

Cuando me dijiste que querías hacer de Wei Zhu tu consorte, debiste haber comenzado ya a olvidarte de mí.

【Tres】
Todos dicen que nuestro matrimonio era simplemente una boda política. Tu madre quería convertirse en la Emperatriz, mientras que mi madre quería convertirse en la futura Emperatriz. Juntas, las dos conspiraron, hasta que finalmente tuvieron éxito en derribar del trono al Príncipe Heredero, Liu Rong.

Liu Rong tuvo una trágica muerte. Él fue humillado, y murió con un inmenso dolor e injusticia. Todo lo que él quería era un poco de agua, sin embargo, nadie en todo el palacio se atrevió a servirle una poca.

Cuando me acerqué, sus ojos aún eran brillantes. En una voz diminuta, susurró algo en mis oídos.

Nadie supo jamás que las últimas palabras que Liu Rong me dijo fueron que él me amó.

Él me amó, pero no podía.

En aquella época, la verdadera razón por la que su madre rechazó mi mano en matrimonio fue simplemente porque ella no podía permitir que su hijo, como futuro Emperador, tuviese amor; una debilidad.

Mientras él me decía sus últimas palabras, el resentimiento en sus ojos se desvaneció. Fue con serenidad con lo que aceptó su muerte.

Lloré en voz alta. Las cuatro paredes de su habitación fueron testigos de mi dolor.

Esa fue la primera vez que estuve cara a cara con la muerte. Miré a Liu Rong mientras su cuerpo comenzaba a sosegar, hasta que ya no hubo más movimientos.

Creo que fue ese día en que me sostuviste en tus brazos. Por largo tiempo, no dijiste una palabra. Sin preguntar, estabas dolido. Habías perdido a tu hermano mayor, incluso si los dos nunca habían sido muy cercanos. Murmuraste que el Príncipe Heredero debía haber ido al Cielo dado que él no hizo nada mal.

Su único error fue ser demasiado amable e inocente.

Ese día, nos sentamos bajo un viejo árbol, mirando tranquilamente a la luna entre los cielos. Los dos no queríamos regresar al insensible palacio. Dijiste que si no fuese por el hecho de que habías nacido en la familia imperial, la vida habría sido mucho más simple. Habrías sido capaz de ver el amanecer y atardecer todos los días, sin tener que atravesar las luchas de poder.

Todo estaría en calma, en paz.

Nos sentamos ahí desde la caída de la noche hasta la llegada de la mañana al día siguiente, cuando fuimos descubiertos por los sirvientes del palacio.

No mucho después, me casé contigo para convertirme en tu Princesa heredera. Recuerdo que el día de nuestro matrimonio, miles de plebeyos se formaron en las calles de Chang’an mientras celebraban nuestra unión.

Mientras estaba sentada dentro del palanquín imperial, tuve un largo y hermoso sueño. Soñé que cuando finalmente me hubiese convertido en una mujer mayor, tú aún serías el hombre que sostendría mis manos. En mi sueño, también habías envejecido en un irreconocible hombre mayor, tu cara cubierta de arrugas.

Pero me sonreíste mientras me llamabas por mi nombre: Ah Jiao, Ah Jiao.

Cuando desperté, seguías parado junto al palanquín. Con una suave voz y dos ojos llenos de un cariñoso afecto, me dijiste, Ah Jiao, desde ahora, serás mi única consorte.

Me trajiste al Palacio Changmen.

Mis ojos fueron recibidos por el oro, resplandeciendo con tal brillo bajo los rayos del sol. Tú te giraste hacia mí y dijiste que por fin habías cumplido tu promesa; me has construido un palacio de oro.

Sin advertencia mis lágrimas cayeron. Resultó que las palabras que habías dicho ese día descuidadamente provenían desde el fondo de tu corazón.

Pregunté, ¿por qué aún lo recuerdas?

Dijiste que recordabas cada promesa que me habías hecho.

Que nunca las habías olvidado.

Dijiste que yo era la única mujer para ti, Liu Che, a quien siempre habías querido.

Que yo era tu única consorte; que en el futuro, sería la Emperatriz de Gran Han; que solo me amarías a mí en toda tu vida.

Las promesas que hiciste en ese entonces fueron sinceras.

Eran sinceras, así que también fueron crueles.

En primer lugar, no debí de haberlas tratado como un juramento de eternidad. A excepción que, nosotras las mujeres con frecuencia pensamos que las cosas están escritas en piedra. Para ti, una promesa puede ser dada descuidadamente. Al final, nuestro amor se basó en el descuido.

En aquellos días, las historias de nuestro amor se esparcieron como un incendio por todo el país. Dentro de Gran Han, ¿qué mujer no me envidó, a una persona que vivía en el palacio de oro que tú, el Emperador, había construido para mí?

Es así. De igual forma en que lo habías jurado, me dedicaste todo tu mor.

Cuando finalmente ascendiste al trono, me convertí en tu Emperatriz.

Todo estuvo bien.

A excepción que, mi madre, la persona que años atrás conspiró para ponerte en el trono, continuamente intentó obtener el crédito por sus logros.

Ella era arrogante, y había sido criada así. Ella pensó que todos soportarían su vil carácter y obstinación de la forma en que mi padre lo había hecho. Innumerables veces, te demandó que la trataras bien, o si no ella fácilmente sería capaz de derribarte del trono en la misma forma en que te había ayudado a obtenerlo.

Dijo esas palabras solo para amenazarte.

Pero ella nunca supo que lo que odiabas más eran las amenazas.

Quizás, esta fue la razón por la que comenzaste a distanciarte de mí.

【Cuatro】
Palacio Changle.

El Palacio Changle fue tradicionalmente el lugar de la residencia de la Emperatriz de Gran Han. A excepción que, estaba mucho más dispuesta a seguir viviendo en Changmen. Así que, en esos pocos años en que aún era la Emperatriz, el Palacio Changle permaneció vacío.

No sabía que tan magno o lujoso era el Palacio Changle. No me preocupaba, de la misma forma en que no me preocupaba sobre mi título como Emperatriz de Gran Han.

La única cosa que importaba era tú.

Me quedé en el Palacio Changmen solo porque era el castillo de cuento de hadas que habías creado para mí. Pensé que si me quedaba en esta fortaleza, nuestro cuento de hadas duraría para toda la vida.

Hasta un día, la burbuja estalló y otra mujer se mudó al Palacio Changle.

Solo entonces, finalmente entendí qué tan frágil puede ser el amor de un hombre.

【Cinco】
Todo comenzó en la propiedad de la Princesa Pingyang.

Fue ahí donde te encontraste por primera vez con Wei Zifu. En ese entonces, yo estaba sentada justo a tu lado. Cuando aquella hermosa cantante vestida en colorida seda bailó para nosotros encantadoramente, tu alma fue enganchada en un instante.

Miré tus manos, las cuales se estiraron inconscientemente.

Me congelé, entonces te pregunté, ¿está todo bien?

Tú retrajiste tu mano y dijiste que todo estaba bien.

Pero nunca supiste que esa expresión en tus ojos te traicionó.

Cuando la canción y el baile por fin terminaron, le preguntaste ansioso a la Princesa Pingyang el nombre de aquella cantante.

Fue en ese momento en que entendí por primera vez que en la historia de amor, existe una palabra llamada celos.

Estaba celosa de esa cantante, celosa de la forma en que era capaz de seducirte. Envidié su juventud, envidié la forma en que era capaz de hacer lo que quisiera, utilizar todo tipo de trucos de acuerdo a su bajo estatus para ganar tu favor.

Nunca supiste que yo también era una excelente bailarina. Mejor, incluso, que aquella cantante. A excepción de que, ella bailó solo para obtener tu afecto, mientras que yo solo podía bailar para mí misma.

Mi madre nunca me permitió bailar. Ella dijo que las mujeres que bailaban eran pobres, como una aristócrata, ¿cómo podríamos rebajarnos para formar parte de tan inferior actividad?

Así que, nunca bailé para ti.

Si hubiera sabido que tan fácilmente serias cautivado por una mujer que podía ondear un encantador baile, yo habría abandonado toda propiedad para bailar por ti.

Ese día, perdí los estribos. Lloré mientras usaba palabras llenas de odio que te exigían una explicación.

Si, en ese momento, me hubieras dado una palmada en el hombro o simplemente te hubieras quedado a mi lado, entonces quizás habría seguido creyendo que tu amor hacia mi permanecía inmutable.

Pero te diste la vuelta y te fuiste sin dar vuelta atrás.

Dijiste que me había vuelto enormemente irrazonable. Me advertirte que nunca olvidará que tú eras el Emperador. Que el mundo era para que tú lo tomaras.

Esa noche, te quedaste en la residencia de la Princesa Pingyang.

Pasaste la noche con una cantante llamada Wei Zifu.

Simplemente así, traicionaste nuestra promesa.

【Seis】
No mucho después, con una voz impasible, me dijiste que le otorgarías a Wei Zifu el título de tu consorte. Eras firme y resoluto. No me fue dada una oportunidad para protestar.

En ese instante, el odio y la injusticia, la cual se habían acumulado en mi corazón, explotaron. Te grité. Dije, ¿qué tipo de persona es ella? Ella es simplemente una mujer inferior, una zorra con un saco de trucos para cautivarte. Dije, ¿la amas porque puede girar en un baile cautivador? Porque yo puedo hacerlo, ¿quieres verlo?

Nunca había visto que tu expresión se volviera tan contorsionada. Dijiste que estabas decepcionado de mí. Que con un corazón tan estrecho, no era apta para ser la Emperatriz. Que sin importar si estaba de acuerdo o no, habías tomado una decisión.

Cuando te fuiste, fue con un corazón lleno de enojo; la ira del Emperador.

Fui tras de ti, te pregunté si querías verme bailar. ¿Quieres? ¿quieres?

Ni siquiera te molestaste en responder.

Pero no te diste cuenta de que esa era la primera vez que bajé mi orgullo para complacerte.

Esa noche, me encerré en la habitación y bailé hasta el amanecer.

Al final, por fin entendí por qué un baile debía ser realizado para alguien más.

Porque sin otra persona que lo aprecie, incluso el baile más cautivador también puede convertirse en una imagen de soledad.

Muy pronto, Wei Zifu se convirtió en la nueva favorita del palacio. Cuando eso sucedió, dejaste de venir al Palacio Changmen. Todos los sirvientes y esclavos formaban grupos mientras se reían del miserable final de la mujer que vivía en el palacio de oro.

No fue una sorpresa cuando el nuevo tema de discusión fue que la mujer llamada Wei Zifu se convertiría en la nueva Emperatriz.

【Siete】
4º año de la era Yuanguang de la Dinastía Han. Nevada.

Me quedé parada en la terraza del Palacio Changmen y vi cómo la nueve se acumulaba en el piso. Incluso si sostenía el laúd entre mis manos, de alguna forma, fui incapaz de tocar una sola melodía.

Un día, me encontré con Zhuo Wenjun, la hija de Zhuo Wangsun.

Zhuo Wenjun era una hermosa y elegante mujer. Aunque su cara florecía con felicidad, no ocultó la tristeza en sus ojos.

Ella tocó la canción de los ‘Dos Fenix’. Nunca antes había escuchado tal melodiosa canción, como si fuera un regalo de los Cielos.

Zhuo Wenjun me contó las historias sobre Sima Xiangru.

Ella dijo que nunca habría una persona, quien pudiera ser capaz de conmover su corazón en la forma que él lo había hecho. Cuando dijo esas palabras, no hubo rastros de timidez en su comportamiento. Ella era una mujer confiada y testaruda.

Me dijo, Su Majestad, la envidio. El emperador realmente la atesora, por usted, él construyó un palacio de oro.

Le dije que el amor era como una hermosa prenda. Cuando quieres atesorarla escondiéndola en un lugar recóndito, esto solo precipitará las arrugas en los innumerables dobleces.

Mientras más intentas aferrarte al amor, más rápido se te escapa de las manos.

Liu Che, solo supe todo esto porque fue una lección que me enseñaste.

【Ocho】
Todos decían que Wei Zifu era una mujer fácil de tratar y accesible, tan generosa como benevolente.

Incluso tú.

Así que nunca te dije que fue Wei Zifu quien me se acusó de incursionar en la brujería.

Había sido lastimada más allá de la salvación, y tú incluso estuviste convencido de que yo era la mente maestra.

En el notable arresto que barrió todo el país, fui atrapada.

A lo largo de todo el proceso, tu expresión fue más fría que el hielo.

Justo a ti estaba parada Wei Zifu, delicada y bonita.

【Nueve】
5º año de la era Yuanguang de la Dinastía Han. Primavera.

Para el quinto año de la era Yuanguang, el Palacio Changmen cayó de sus días de resplandor y se convirtió en un frío palacio.

La Primavera que llegó aquel año, trajo consigo la experiencia más amargamente fría de mis veintiséis años de vida.

Llegaste al Palacio Changmen, trayendo contigo la completa frialdad de la ciudad de Chang’an. Dijiste que mi corazón era tan vil como el de una serpiente, y que era incapaz de ser benevolente. Dijiste que no era apta para ser una Emperatriz, la virtuosa Madre de la nación.

Anunciaste el decreto para deponerme.

Y yo acepté tu edicto de manos del eunuco.

Lentamente, te dije: Si una vez más anuncias este decreto, lo aceptaré.

Si – tú – lo – anuncias.

Pensé que una pisca de compasión podría salir de tu corazón. A pesar de que me convertí en una Emperatriz deshonrosa y destituida, aún tenía un lugar en tu corazón.

Una posición que nunca sería reemplazada por otra persona.

¿Cómo no pudiste saber, de principio a fin, que yo no me preocupaba por aquella preciosa corona perteneciente a una Emperatriz? Yo solo tenía miedo de que a partir de ese momento, te podría perder para siempre.

Pero aún así terminé perdiéndote

Tuviste ese único momento de duda. Vi las lágrimas en las comisuras de tus ojos.

Entonces giraste la cabeza.

Con tu espalda hacia mí, repetiste el decreto una vez más.

Pregunté, ¿Aún vendrás al Palacio Changmen? ¿lo harás?

Ese día, por primera vez, bailé para ti.

Sin embargo, mi primer baile acompañó mi abandono. Tu deserción.

Ese día, todos en la ciudad de Chang’an estuvieron llorando.

Las acusaciones de mi incursión en la brujería implicó a cientos de personas, y tú diste una orden para que todos ellos fueran ejecutados sin excepción. Escuché que en el pabellón de la ejecución, incluso los verdugos más severos fueron golpeados visiblemente por un baño de sangre.

Ese día, Wei Zifu fue nombrada la nueva Emperatriz de Gran Han.

【Diez】
Ha sido largo tiempo desde la última vez que visitaste el Palacio Changmen.

No debí de haber albergado esperanzas, sin embargo, aún así seguí abrazando todos los días mi laúd, esperando tu llegada. Con el paso del tiempo, comencé a debilitarme. El médico imperial dijo que mi enfermedad era una del corazón. Ellos temían que si esto continuaba, yo podría...

Quería tanto verte una vez más. Pero fue solo cuando me paraba en la terraza del Palacio Changmen cundo logré tener un vistazo tuyo. Desde la terraza del Palacio Changmen, fui capaz de ver el interior del Palacio Changle. Te vi, mirando cariñosamente a Wei Zifu. En ocasiones, podrías mirar en dirección a mi palacio, pero tu palanquín ni una vez llegó a Changmen.

Finalmente, me deshice de mi orgullo y le rogué a Sima Xiangru para que creara un poema para mí. Para usar las palabras más sinceras al narrar mis sentimientos más sinceros.

Antes de desperdiciar lo poco que quedaba de mi juventud y belleza, quería verte por última vez.

La Oda de Changmen fue el regalo de Sima Xiangru para mí.

Lo impulso a la fama, pero al final, no te trajo a mi lado.

Sima Xiangru me dijo que me habías escrito una carta, prometiendo encontrarte conmigo en el Palacio Sur al mediodía siguiente.

Recuperé el colorete que había dejado intocable por largo tiempo y comencé a maquillar mi rostro. Más allá del frío palacio de Changmen, los capullos habían florecido, sus colores eran encantadores. Grandes pétalos, tan llamativos como el color de la sangre.

Esperé todo un día.

Y tú no llegaste.

Esperé por tres días. No comí y no dormí.

Y tú... no viniste.

Más tarde, escuché murmullos que se esparcieron y decían que Wei Zifu había usado la enfermedad de su hijo para impedir que aparecieras. Fue claro para todos que ella tenía un motivo. En cada segundo de su vida, ella constantemente estuvo en guardia para proteger la felicidad que me había arrebatado, temerosa de que todo pudiera regresar a la forma en la que una vez fue.

Escuché que durante tres días y tres noches, permaneciste en el Palacio Changle junto a la cama de tu Príncipe heredero, tu hijo con Wei Zifu.

Escuché que Wei Zifu puso a tu hijo en un baño de agua fría durante dos horas, causándole un severo resfriado.

【Once】
Mucho tiempo después, comencé a entender el valor de un palacio de oro.

Si Wei Zifu te amara, entonces su historia solo podría terminar como la mía.

Las personas con frecuencia dicen que los límites del amor residen en la propia habilidad para soportar, para soportar el hecho de que el hombre que amamos tendrá tres esposas y cuatro concubinas.

Wei Zifu logró soportar. Por lo tanto, estuvo a tu lado durante treinta y ocho años.

Ella pudo acompañarte así porque no te amó.

Todo el tiempo, lo que ella quiso nunca fue amor.

Si acaso, desde el principio, todo lo que hubiera querido fuese el precioso trono que pertenecía a una Emperatriz, entonces quizás yo no te habría perdido tan rápidamente como lo hice.

Pero quería estar a tu lado, al igual que Zhuo Wenjun fue la única de Sima Xiangru.

Quería un amor como el de ellos.

Fui destinada a nunca recibirlo.

Porque me había olvidado que quería el amor de un hombre que nunca podría amarme.

【Doce】
Más tarde, el gran fuego se abrió paso en el Palacio Changmen. El abrazador fuego ardió durante todo un día. El lujoso palacio de oro que alguna vez fue tan resplandeciente, quedó reducido a cenizas en tan solo una noche.

Me pareé ahí y me reí. Me reí hasta que las lágrimas cayeron de mis ojos.

Lo que el fuego destruyó fue el amor que todos habían envidiado. Un amor vacío, construido en oro.

Muchas personas se reunieron alrededor de las ruinas del Palacio Changmen. Lloraron. Vi a mi madre entre ellos, sus ojos repletos de angustia. En los años que habían pasado, la arrogancia en ella fue apagada por ti, y había quedado reducida en una frágil mujer.

Mi madre se aferró a tus mangas, en la forma que cualquier madre lo habría hecho, llorando mientras rogaba que la muerte me liberara de sus garras.

Ella dijo, regrésame a mi hija.

Mi hermosa, inteligente y obediente hija.

Ese día, no te enojaste.

Incluso mientras mi madre olvidó su estatus y tiró de tu ropa con dolor, tú no te enojaste.

Porque estabas tan abatido como ella. Caíste sobre tus rodillas en los suelos exteriores de las ahora ruinas del Palacio Changmen.

Wei Zifu dijo, Su Majestad, no esté triste.

Te dio palmadas en la espalda.

La hiciste a un lado incluso mientras seguiste descendiendo en espiral de las profundidades del dolor y la insoportable soledad, murmurando fervientemente para tí mismo.

Dijiste que habías decepcionado a Ah Jiao...

Que dentro de este enorme palacio, la única persona que realmente te entendió fue únicamente Ah Jiao.

Que todas las mujeres que te amaron fue como lo harían a un Emperador, pero Ah Jiao fue la única que te amó de la forma en que se ama a su esposo.

Dijiste, por supuesto que entendías. ¿Cómo no habrías de entender?

Pero eras el Emperador, y un Emperador tenía prohibido amar.

El amor era una debilidad que ningún Emperador debía tener.

Dijiste, que si realmente hubiera una segunda vida, los dos renaciéramos como personas comunes, dejos de las luchas de poder del palacio imperial.

Al final, no les permitiste cerrar mi ataúd.

Con la grandeza perteneciente a una Emperatriz, realizaste mi funeral.

Mucho tiempo después, permaneciste inconsolable. Como un niño perdido, mirando fijamente las ruinas del Palacio Changmen. Hiciste que Simia Xiangru te repitiera una y otra vez La Oda de Changmen.

Dijiste que en ese entonces solo me habías abandonado y que me trataste con frialdad porque querías someter mi orgulloso ser. Dijiste que era demasiado fría y distante. Que nunca te había reverenciado. Que solo querías cambiarme.

La existencia de Wei Zifu fue tu intento de someterme. Si hubiera aprendido a aceptar tus deseos, nunca habrías traído de vuelta a Wei Zifu de vuelta al palacio.

Dijiste que Wei Zifu era mi....

sustituta que cumplía todos tus deseos.

* * *

Te arrodillaste, te cubriste la cara con las manos.

Parecías haber escuchado mi voz, persistiendo con dolor. Giraste tu cabeza para ver, tus ojos buscaron alrededor, pero no pudiste verme.

Mientras cantaban las aves y las flores se abrían, una mariposa revoloteó en los cielos, descendiendo suavemente.

Nunca supiste que una vez volé a tu lado.

Que me detuve sobre tus hombros, limpiando tus lágrimas.

La briza, ligera y gentil.

Entonces, yo era solo una pequeña mariposa, usando toda mi vida para permitirte recordar a una mujer llamada Chen Jiao.

【Trece】
Buda dijo que las mariposas no tienen alma.

Así que, cuando me transformé en una mariposa con un par de negras alas y cristalinos ojos, pensé que nunca más experimentaría el amor ni la tristeza.

Mucho tiempo después, finalmente me alejé de tus hombros. Había volado desde lejos sobre las grandes montañas y el vasto mar solo por ti... para verte por última vez.

Pero Buda nunca me advirtió que las mariposas tenían prohibido anhelar sus vidas pasadas...

El precio que pagamos era cruel; nunca poder renacer.

Pero incluso si me desvanecí, escuché tu voz, susurrando suavemente.

En nuestras próximas vidas, comencemos de nuevo.

- FIN -

Comentarios del traductor en inglés: Como mencioné, esto está basado en la verdadera historia de la destronada emperatriz, Chen Jiao.

Aunque esta historia fue una tragedia de principio a fin, siento que la autora fue muy amable. Ella eligió darle un giro a la historia de forma que se diese a entender que, desde el fondo de su corazón, Liu Che realmente amó a Ah Jiao, pero en la realidad, esto no parece ser el caso.

Chen Jiao murió sola y fue enterrada lejos. No hubo salvación para ella, incluso en la muerte. Liu Chen nunca dio marcha atrás. El hecho que esto es una historia real y que pasó a una persona real lo hace mucho más duro.

Después de Wei Zifu, Liu Che también favoreció a otra mujer, incluyendo a Lady Zhao, la madre de Liu Fuling, el futuro Emperador Zhao de Han. En la Historia, Wei Zifu tampoco tuvo un final feliz... ella más tarde cometió suicidio cuando su hijo, el Príncipe Heredero, Liu Ju, fue obligado a suicidarse después de ser falsamente acusado de traición.

Sabiendo todo esto, podrían pensar que Liu Chen fue un hombre despreciable, pero ¿y si les digo que las generaciones siguientes lo tuvieron en alta estima por sus logros como Emperador Han Wudi? Han Wudi se considera como uno de los mejores Emperadores, que lideró muchas reformas.

En la antigua China, se esperaba que un Emperador tuviera muchas esposas. Nuevos placeres reemplazan el viejo afecto; para ellos, el destino de esas mujeres abandonadas no era un gran problema.

Pero muchas de esas mujeres invirtieron toda su vida dentro del palacio imperial, con sus historias no dichas.

Chen Jiao fue solo una de ellas.
No es justo, lo sé.
Pero la Historia raramente es bonita.

Traducción al español: Siboney69
Traducción al inglés: catharcity

Notas extra:
- Zhuo Wenjun, o Wen Jun 卓文君 era una poetisa china de la dinastía Han. Vivió por los siglos II a. C. y I a. C., y como joven viuda huyó con el poeta Sima Xiangru. Se le atribuye el poema Baitou Yin (白頭吟, Canción de pelos blancos) que se queja de la inconstancia del amor masculino.

- Sima Xiangru 司馬相如 (179 a. C. - 117 a. C.), político y escritor chino. Era un funcionario de bajo rango durante la dinastía Han, aunque es más conocido por su habilidad para la poesía, jiu, y por su controvertido matrimonio con la viuda Zhuo Wenjun con quien se fuga. Tocaba el guqin y se le conoce sobre todo por seducir a Zhuo Wenjun interpretando música en casa de su padre. Huyeron y el padre de ella acabó por darles dinero. Esta trama es relatada por Sima Qian en sus Memorias históricas.
Entre sus obras poéticas caben destacarse: Maestro vacío 子虛賦, Parque imperial 上林賦, Hermosa mujer 美人賦. Una de sus más famosas obras es Chang Men Fu (literalmente "Oda de la Puerta Grande") escrita en estilo fu, prosa rimada realizada como encargo de una Emperatriz.
[cr. Wikipedia]

- El poema completo “Changmen Fu” no lo pude encontrar en español y la versión completa en inglés se encuentra en el libro “Wen xuan or Selections of Refined Literature, Volume III: Rhapsodies on Natural Phenomena, Birds and Animals, Aspirations and Feelings, Sorrowful Laments, Literature, Music, and Passions” (Vista previa aquí)

- Changmen Yuan (长门怨): La melodía ‘Lamento en el palacio de Changmen’ puede ser encontrada en el ‘Mei An Qin Pu’ (Manual Mei’an Qinpu, 1931), pero en realidad la melodía es de siglos antes. Para más información pueden visitar “Lament at Changmen Palace
Y aquí una interpretación: 梅庵琴派古琴曲《长门怨》刘善教演奏 Mei'an Style Guqin music "Changmen Lament" by Liu Shanjiao.


- Si quieren leer un poco más sobre la historia de la Emperatriz, encontré en español un cuento llamado “Wang Zhi se convierte en emperatriz por su segundo matrimonio”. Pero como no puedo hacer copy/paste, les dejo el link del libro en donde lo pueden leer “Cuentos fantásticos de China” (Pag. 74).

1 comentario:

  1. Muy bonita historia. Me parece increible que haya pasado en la vida real.

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