martes, 14 de noviembre de 2017

[Balada de Diez Mil Gu] Parte 1

Su Bai, este era un nombre con el que todos estaban familiarizados en Gran Yue.

No solo porque Su Bai era extraordinariamente dotada y talentosa, sino porque ella era la única descendiente en vida de la legendaria familia Su.

Hace diez años, cuando la ciudad de Luoyang fue conquistada, la familia Su que había disfrutado cien años de prestigio y fama, colapsó de un momento a otro. Todos los hombres fueron asesinados y quemados bajo las paredes de Luoyang, mientras que las mujeres se ahorcaron ellas mismas dentro de la propiedad de la familia Su.

La única sobreviviente de este derramamiento de sangre fue la pequeña hija, Su Bai, quien desapareció sin dejar rastro. Durante más de diez años, los devotos subordinados de la familia Su la buscaron en todas partes. Incluso ahora, las paredes de Luoyang siguen estando atestadas con retratos de ella. Con el asunto causando una conmoción por toda la ciudad, hasta el día de hoy, nadie dentro de Gran Yue es ajeno al nombre Su Bai.

Diez años después, con una voz indiferente, esta mujer de pronto aparece ante mí diciéndome que su nombre es Su Bai.

Como un pequeño, común y poco sobresaliente civil como yo, al instante en que escuché su nombre, quedé perplejo y me ahogué con mi batata dulce...

Ella miró la sorpresa escrita por toda mi cara y se rio estrepitosamente antes de continuar, “En ese entonces, estuve en Nanzhao, por lo que nunca me enteré que me buscaban. Más tarde, cuando por fin lo supe, ya era demasiado tarde para que regresara.”

Ella ya no pudo regresar.

Debido a que en Nanzhao, se enamoró de un hombre.

Ese hombre era la persona que rescató a su ser de doce años de entre las ruinas de la ciudad caída de Luoyang para después llevarla a Nanzhao. Él era el Maestro Gu de Nanzhao, un hombre cuya existencia era tan venerada como la de una deidad: Yue Chi.

Quizás cualquiera que escuchara su nombre podría imaginar que tal nombre solo podría pertenecer a un hombre cruel, egoísta y demoníaco.

Pero para Su Bai, él no era así.

Él le enseñó el arte de dominar el gu, un veneno que carga con la ponzoña de los insectos.

Él le enseñó cómo ser fuerte.

Cuando estaba enferma, él le preparó le preparó medicina.

Cuando ella lloró, él le limpió las lágrimas.

Una vez, le dijo a la Su Bai de doce años, “Su Bai, te daré un hogar.”

Y así, Su Bai creyó con todo su corazón que él le daría un hogar. Entonces lo siguió con devoción, y pasaron los días, las semanas que se disolvieron en meses y los meses se convirtieron en años, y ella se enamoró de él.

“Siempre lo admiré.” Su Bai miró ausente la fogata mientras continuaba, “Todos los días, sin falta, estudie todo lo que tuviese que saber sobre los diferentes venenos de los insectos, y memoricé todas las técnicas sobre la preparación de un veneno gu. Cuando los demás se retiraban en la noche, yo seguía leyendo mis libros junto a la luz de la lámpara; cuando los demás despertaban a la mañana siguiente, yo ya había escalado la montaña en búsqueda de insectos venenosos.”

Ella incluso le preguntó a los demás lo que le gustaba y disgustaba a Yue Chi, observando cuidadosamente sus hábitos.

Sabía lo que a él no le gustaba que los demás mientan y dijo, “porque.... así que....”, por lo tanto ella nunca explicó ni se excusó cada vez que cometía un error.

Sabía que a él no le gustaba el ruido excesivo, por lo que nunca usó joyería ni se adornó con ornamentos innecesarios.

Sabía que a él no le gustaba el polvo y la suciedad en su habitación, así que cada vez antes de visitarlo, el primero se daba un baño y se cambiaba de ropa, antes de poner un pie en su morada.

Diez años de ser concienzuda y tener cuidado.

Al final, él le dijo, “Su Bai, te distraes con pensamientos innecesarios. Alguien que tiene tales pensamientos jamás será capaz e convertirse en un buen Maestro Gu.”

“Más tarde, él aceptó a otra discípula. Su nombre era Ah Lai, la Princesa de Nanzhao, y estaba dotada con una fina voz. ¿Sabes? Cada vez que ella cantaba el maestro sonreía. Su sonrisa era tan cálida, pero él nunca me sonrió a mí. Intenté con fuerza, para hacerlo feliz arriesgué mi vida con el propósito de crear el perfecto veneno gu, y sin embargo, ella no tenía que hacer nada. Además de cantar y reunir algunas cuantas flores, con eso ella ya era suficiente para hacerlo sonreír.”

Mientras Su Bai recordaba el pasado, sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas. Permanecí en silencio sin decir una palabra, y solo pude pretender estar imperturbable mientras seguía tejiendo mi hilo rojo del destino.

Su Bai levantó una manga para limpiarse las lágrimas, se veía como una pequeña niña que había sufrido un agravio, entonces prosiguió, “Después, el Maestro me dijo que él ya no me era de utilidad. Él quería que siguiera mi entrenamiento para convertirme en un buen Maestro Gu.”

Esa noche, había estado nevando. La luna estaba elevada en el cielo con su incandescente resplandor en medio del infinito mar de oscuridad. Ella se había arrodillado frente a su habitación, llorando mientras le rogaba. Y sin embargo, aquel hombre permaneció con fría indiferencia, como si ella fuese un simple fantasma.

Ella lloró hasta que su voz se volvió ronca, hasta que, al final, fue Ah Lai quien se acercó y le ayudó a levantarse del piso.

Ah Lai le dijo, “Su Bai, lo sabes, una persona solo existe porque es de utilidad. En tanto seas útil para Nanzhao, el Maestro nunca te abandonará.”

Una pausa. Ah Lai continuó, “Su Bai, únete a la guerra y conviértete en alguien de utilidad. Nanzhao se convertirá en tu país. Seremos tu hogar.”

“¿Y entonces viniste?” estaba sorprendido.

Su Bai no respondió. Después de un largo tiempo, ella asintió, levantó la cabeza para mirar las estrellas que tintineaban en el cielo nocturno. “Algunas veces, la terquedad de una persona se convertirá en un vicio. Cada vez que terminaba una batalla, era atormentada por pesadillas. Pero en cada ocasión que llevaba los últimos informes militares a su casa, lo veía, y entonces sentía que todo valía la pena. Pero nunca supe exactamente cuánto tiempo podría perseverar.”

Ella elevó su mano hasta su corazón y lentamente dijo, “Ni siquiera me atrevo a usar mi nombre. Cada vez que veo la palabra ‘Su’, era como si me dirigiera hacia el camino de la destrucción, desviándome cada vez más lejos del camino hacia la redención. Cada vez que lo veo sonreír a Ah Lai, la desesperación en mi corazón me conduce a la locura.”

“Entonces, ¿cual sueño es el que deseas?” Levanté el entretejido rojo entre mis dedos. “Ya he usado los recuerdos que me has descrito para tejer un sueño para ti. Después de que mueras, te traeré dentro de esta ilusión. ¿Qué deseas hacer en este sueño?”

“Deseo verle.” Ella sonrió débilmente y se cubrió los ojos con las manos. Finalmente, vi grandes gotas de lágrimas deslizándose por la curvatura de su rostro. “Y entonces, estar con él para siempre.”

* * *

Ese fue su sueño.

Se lo prometí y cuando amaneció al día siguiente, ella ya se había ido junto con mi última batata dulce. Después de eso, regresé abatido a los campos militares de Gran Yue, me arrodillé ante las habitaciones de mi maestro y lloré mientras admitía mis errores.

Mi maestro no endureció su corazón para expulsarme. Después de que su enojo se había tranquilizado, una vez más me llevó al campo de batalla, donde él siguió impartiéndome sus enseñanzas.

En ese entonces, las principales tropas de Gran Yue y Nanzhao estaban luchando a una corta distancia, haciendo difícil distinguir entre las dos fuerzas. Yo me paré en la cima de la torre de la ciudad, y vi con asombro una enorme pitón blanca en el frente de las tropas enemigas.

De pie sobre la cabeza de la pitón estaba una joven vestida en ropaje negro, su cabello volaba en el viento. Con un movimiento de sus delgadas muñecas, un sinnúmero de de insectos se lanzaron al frente desde sus mangas mientras se dispersaban en dirección a las tropas de Gran Yue.

No tuve una clara imagen de la mujer, solo vi a los soldados saliendo disparados hacia ella como una enorme ola de furiosos mares. Sin embargo, los soldados de Nanzhao, que estaban parados detrás, no se movieron ni una pulgada. Ellos veían con frialdad como la muchedumbre de soldados de Gran Yue lentamente la rodeaban.

A continuación, vi al joven General que estaba parado a mi lado y abruptamente retrajo su codo mientras gritaba, “¡Su Bai!”

Aquella mujer elevó su cabeza y fue en esa fracción de segundo de duda que una lluvia de flechas atravesaron los sangrientos cielos para penetrar sus hombros.

El joven General rió, su voz era irritante. Giré para verlo, solo para encontrar que se rió hasta que lágrimas cayeron de sus ojos. Él se paró en la cima de la torre de la ciudad, su voz era demandante mientras hablaba, “Su Bai, ¿cómo puedes enfrentar a toda tu familia de soldados caídos, una familia con cien años de lealtad a Gran Yue?”

“Su Bi, ¿lo sabes?... más allá de la ciudad de Luoyang, en donde los huesos de tu padre y hermanos fueron enterrados, ¡las flores que han florecido ya alcanzan el nivel de nuestras cinturas!”

A pesar de que dijo estas palabras, incontables insectos gu ya estaban pululando hacia él. Al poco tiempo, aquel General no pudo soportar el intenso dolor. Con un salto, cayó de la cima de la torre.

Mi maestro se apresuró en hacerme retroceder, protegiéndome del caos. Desde las estrechos hendeduras de visión, vi a Su Bai navegar con pericia su pitón mientras ansiosa se dirigía a la base de la torre de la ciudad, para entonces cargar entre sus brazos el cuerpo del joven General.

No supe que fue lo que el joven General le dijo, solo vi que Su Bai usó sus mangas para limpiarle una y otra vez la sangre fresca que era escupida de su boca. El lastimero llanto de Su Bai atravesó el sangriento campo de batalla.

Nunca antes había visto a una persona llorar con tal devastación. Incluso hasta el día de hoy, soy incapaz de olvidar esta imagen de su dolor. Mi maestro, rápidamente notó que me encontrado en un estado de shock, y apresurado me arrastró lejos de la torre de la ciudad.

Fue en aquel desgarrador campo de batalla donde abrazó a aquel hombre, llorando el contenido de su corazón.

Más tarde, a partir de los murmullos que se fueron esparciendo, supe que aunque ella había sido herida de gravedad, de alguna forma logró abrirse paso junto con su pitón fuera del asedio a su alrededor.

En ese momento, los soldados que la interceptaron no solo incluían a las tropas de Gran Yue, sino también los soldados de Nanzhao que giraron sus arcos hacia ella mientras le lanzaban flecha tras flecha en su dirección.

Al final, con el cuerpo cubierto en heridas, desapareció sin dejar rastro, perdiendo a sus perseguidores.

Un año después, por fin terminé mi tutelaje y me convertí en un Maestro del Destino, comenzando a cumplir mis responsabilidades de acuerdo a mi pacto con mi Maestro.

Fui rodeado por un mar de personas, viviendo hacia mí con infinitas peticiones.

Y sin embargo, nunca logré encontrarla.

Así que, a pesar de que seguí aceptando las peticiones de los demás, comencé a viajar hacia el sur, hasta tres años más tarde, cuando finalmente llegué a Nanzhao, como se lo había prometido a esa persona.

De hecho, mi viaje no había sido en vano. Solo tres días después de que llegué me encontré con Yue Chi.

Traducción al español: Siboney69
Traducción al inglés: cathar(tic) city

Notas extra:
- Luoyáng (洛阳市) es una ciudad-prefectura de la provincia de Henan en la República Popular China. Limita al norte con Jiyuan, al sur con Nanyang, al oeste con Sanmenxia y al este con Zhengzhou. Localizada en la llanura central de China, Luoyáng es una de las 13 capitales antiguas de China. La ciudad original fue construida en el siglo XI a. C. y recibió el nombre de Chongzhou.
Fue la capital de la dinastía Zhou desde el 770 a. C. La ciudad fue destruida por una guerra civil en el 510 a. C. y reconstruida al año siguiente por petición del rey. En el año 25 a. C., Luoyang se convirtió en la capital de las dinastía Han Oriental. La dinastía Wei y la dinastía Jin también se establecieron en Luoyang. Durante varios siglos, Luoyang fue el centro de gravedad de China. Sin embargo, el fin de la dinastía Jin trajo la destrucción a la ciudad. En el año 68, se construyó el primer templo budista de China, el Templo Caballo Blanco. El templo aún existe aunque casi no queda nada de la construcción original. El templo actual es, mayoritariamente, del siglo XVI. En el año 493, la Dinastía Wei del Norte trasladó la capital de Datong a Luoyang e inició la construcción de las Grutas Longmen.
Nombres: El nombre ‘Luoyang’ es originario por la localización de la ciudad en el norte o lado soleado (yang) del Rio Luo. Dado que el rio fluye de oeste a este y el sol está al sur del río, el sol siempre brilla en el lado norte del río. Luoyang ha recibido diversos nombres a lo largo de los siglos, incluyendo "Luoyi" (洛邑) y "Luozhou (洛州)", aunque Luoyang ha permanecido como su nombre primario. Durante varios periodos fue llamado "Dongdu" (东都, que significa la Capital al Oeste) durante la dinastía Tang, "Xijing" (西京, que significa la capital al Oeste) durante la dinastía Song, o "Jingluo" (京洛, que significa la capital general de China). Durante el mandato de Wu Zetial, la ciudad fue conocida como Shendu (神都, la Capital Divina). [cr. Wikipedia. Traducción de la versión en inglés]

Analizando la elección de nombres tenemos...
- Yue Chi (月赤) - Luna escarlata
- Su Bai (苏白) – El Su (Soo, So) significa ‘volver en si’, ‘recobrar la conciencia’. Mientras que ‘Bai’ significa ‘blanco’, ‘claro / evidente’.

De casualidad, mientras buscaba información para esta historia, me encontré con la vida de un sujeto de nombre “Sun Bin”, la cual me pareció muy interesante y lo incluyo aquí:
- Sun Bin (孙膑 / 孫臏) - Fue un estratega militar chino que vivió en el periodo de los Reinos combatientes. Fue descendiente de Sun Tzu y autor de El arte de la guerra de Sun Bin. [...] Un compañero de estudios de Sun Bin, identificado como Pang Yuan, logró un cargo militar en el reino de Wei. Una vez allí, recordó que su ex camarada era un individuo brillante que podría opacarlo. Lo hizo invitar bajo la excusa de trabajar junto a él. Sin sospechar una traición, Sun Bin fue acusado falsamente de intentar un complot.
La condena incluyó ser marcado en el rostro y que se le rompieran las rodillas, quedando inválido para siempre. Pang Yuan fingió que no tenía nada que ver con esa estratagema y acogió a Sun Bin en su casa. Una vez allí, le sugirió que dedicara sus días a preparar un tratado con sus conocimientos del arte militar. Sin embargo, ya la luz se había apoderado de la mente de Sun Bin y decidió fingirse loco.
Pang Yuan, al ver que nada se podía lograr del orate, ordenó que lo lanzaran al corral de los cerdos. Llevaba Sun El Mutilado una vida miserable hasta que pasó por Wei un alto funcionario del reino de Qi. Al enterarse de que ese hombre brillante se encontraba allí, lo hizo sacar mediante una astucia y se lo llevó con él a la corte de Qi.
El rey de Qi ofreció a Sun Bin la comandancia en jefe, pero éste rechazó ese cargo, aceptando sólo el de asesor o estratega, lo cual le granjeó el respeto de los altos mandos de Qi y con ellos logró una amistad tachonada de éxitos militares.
Al fingirse loco, Sun Bin no hizo más que aplicar un principio taoísta, el cual considera que un objeto o un ser que carezca de todo valor no pueden ser apetecidos para aprovecharse de él. Al no valer nada a los ojos de Pang Yuan, éste ni siquiera se molestó en matarlo, sino que lo lanzó a vivir con las bestias domésticas.

Cuando leí lo de la 'utilidad' como un principio taoista, encontré mayor fuerza en las palabras de Ah Lai.

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